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“Estamos hastiados de los malos tratos”: trabajadores de museos y bibliotecas mantienen paro a la espera de un gesto de “voluntad” del ministerio

“Estamos hastiados de los malos tratos”: trabajadores de museos y bibliotecas mantienen paro a la espera de un gesto de “voluntad” del ministerio

Arturo León, La Tercera, Miércoles 29 de Junio de 2022.

Sólo hace un par de meses que la actividad cultural había llegado casi a la normalidad, pero las demandas de los funcionarios volvieron a cerrar las puertas de muchos recintos en el país.

A 10 días de haber iniciado un paro a nivel nacional, las demandas de los trabajadores de museos, bibliotecas y archivos públicos del país aún no tienen respuestas. “Estamos peor que antes”, dice Margarita Hormazábal, directora de la Asociación Nacional de Trabajadores del Patrimonio (Anatrap), como tratando de sintetizar el sentir de más de 1.700 compañeros de labores -junto a la Asociación Nacional de Trabajadores del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (Anfupatrimonio)- respecto de su labor de los últimos años.

La dirigenta ahonda en que a cuatro años de la creación del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, el Servicio Nacional del Patrimonio aún no ha establecido una planta definitiva, lo que ha generado una serie de problemas “que van desde la incertidumbre por la renovación de trabajadores a honorarios, pasando por el estancamiento de sumarios, hasta la falta de compromiso en las mejoras de la institución”.

Y eso también hay que contextualizarlo a los tiempos de pandemia. Sólo hace un par de meses que los recintos culturales públicos estaban volviendo a la normalidad y su reapertura casi se completaba, pues 26 de 27 museos habían abierto sus puertas, mientras que 396 bibliotecas estaban disponibles, de las 454 que tiene la red.

En un comunicado, la Anatrap sostuvo que “nos declaramos movilizados, hastiados de los malos tratos, inseguros por la conducta errática desde la autoridad, precarizados y faltos de dotación en un servicio que entrega alma y contenido al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio”. Esto se traduce en un petitorio de al menos 14 puntos, en el cual se detallan el déficit en instalaciones, la sobrecarga laboral, la no resolución de sumarios por denuncias de maltrato laboral, acoso laboral y sexual, entre otros.

“Hemos contabilizado más de 40 sumarios que están abiertos, incluso algunos desde el año 2016. Eso conlleva un mal ambiente de trabajo, problemas de maltrato y mayor falta de personal. Y las licencias agudizan el problema. Hay trabajadores que realizan la labor de dos compañeros más, y eso no puede ser”, dice Hormazábal.

La Anatrap ya mantuvo reuniones con la ministra Julieta Brodsky y la subsecretaria del Patrimonio, Paulina Soto, pero según la dirigenta “sólo obtuvimos una respuesta genérica, que no incluía plazo ni detalle de las gestiones que van a realizarse. Se analizó con las bases la propuesta de la ministra y se consideró insuficiente, no contiene plazos y tampoco las garantías de compromiso”.

“Estamos entrampados, lo que se traduce en la precarización de trabajadores y trabajadoras, falta de personal, recarga laboral, incumplimientos a las normativas. Esto último debido a que tampoco se ha podido concluir con la descentralización a través de la implementación de las direcciones regionales. Hemos sufrido recortes presupuestarios, lo que ha impactado enormemente en la capacidad que tenemos para poder cumplir con las demandas ciudadanas”, agrega Hormazábal.

La dirigenta ahondó en el tema de la planta de trabajadores, la que ha sufrido la pérdida de más de 150 personas. “Hay trabajadores que jubilaron, otros que renunciaron y esos puestos no han sido llenados. Estamos todavía con directores regionales subrogantes, que es una figura que rebuscó el director anterior (Carlos Maillet), para poder tener presencia del servicio en regiones. Son directores que son funcionarios nuestros que pasaron a ocupar esos cargos (de manera subrogante), pero que no tienen ninguna potestad, ni manejo de recursos, tampoco personal, ni infraestructura. Esto es más de lo mismo”.

Diálogo y más diálogo

Según Anatrap, la movilización afecta a una veintena de recintos, como el Archivo Regional de Tarapacá, en Iquique; los museos Nacional de Bellas Artes, Histórico Nacional, Nacional de Historia Natural en Santiago, la subdirección de Patrimonio Cultural Inmaterial y la red de bibliotecas de Bibliometro, por mencionar algunos.

Pero Hormazábal abre una puerta que podría llevar a la reapertura de los recintos la próxima semana, cuando la comunidad escolar ya estará de vacaciones de invierno: “Si hay diálogo, conversación en las distintas mesas de trabajo que hemos propuesto y, sobre todo, voluntad, podríamos volver la próxima semana a nuestras labores”.

Desde la Subsecretaría de Patrimonio señalaron que en el ministerio hay disposición permanente “al diálogo con las diversas organizaciones del sector, con miras a resolver los problemas que se arrastran de varias administraciones y que fueron profundizados por la pandemia. El viernes pasado invitamos a las asociaciones a sumarse a una mesa de trabajo con miras a buscar las soluciones que el sector necesita y que forman parte de los compromisos de gobierno”.

El software que busca reencantar a niños y niñas con la lectura

El software que busca reencantar a niños y niñas con la lectura

Motivados por revertir las malas cifras de comprensión lectora entre los chilenos y chilenas, los emprendedores Francisco Samain y Camilo Mora crearon Caracter Games, un software que fomenta lectura en los escolares a través de un juego donde ellos son protagonistas, y que podría ser un pequeño gran paso para acortar la brecha educacional.

Ana Ramírez Tobar, Diario La Tercera, Miércoles 30 de marzo de 2022.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el nivel de comprensión lectora de los chilenos y chilenas es bajísimo: solo un 2% de las personas adultas entiende cabalmente lo que lee, una habilidad que debiera comenzar a desarrollarse en la infancia. En los países desarrollados, en cambio, la cifra sube a 10%.

Esa realidad fue la que movió al ingeniero informático Francisco Samain (32) y al diseñador Camilo Mora (34), ambos de la ciudad de Temuco, a desarrollar Caracter Games, un software dedicado a mejorar la comprensión de lectura de los escolares entre 1° a 6° básico de una forma lúdica y aprovechando la cercanía de estas nuevas generaciones con la tecnología.

Con ganas de aportar frente a alguna problemática social con un servicio digital, los desarrolladores de este programa comenzaron a investigar hasta que dieron con el tema de la comprensión de lectura. “Nos dimos cuenta de que era una situación no tan solo a nivel nacional, sino que latinoamericano. Revisamos estudios que tenían estadísticas brutales”, puntualiza Francisco Samain.

La lectura es parte fundamental del desarrollo personal de un escolar. Sirve para poder desenvolverse en el medio, en la sociedad, comprender el entorno y conocer acerca de otros temas, explican los creadores de Caracter Games: “Por medio de la lectura se puede incluso reforzar asignaturas de otras áreas; se puede trabajar historia, se puede trabajar en química, física y matemáticas. Ayuda tanto para el desarrollo personal como profesional”.

Pero ¿cómo fomentar la lectura en los más jóvenes en una era en que los niños y niñas pasan más tiempo frente a una pantalla que con un libro en la mano? Esa es la solución que busca proponer Caracter Games, según sus fundadores.

Este software es un espacio de juegos donde los estudiantes pueden leer, resolver actividades e ir desbloqueando nuevos contenidos, una dinámica que para ellos es muy cercana. Lo principal es que “está todo gamificado”; es decir todo está pensado para funcionar de forma lúdica.

“Cuando el estudiante ingresa a la plataforma todo se transforma en un juego: mientras va haciendo acciones, ya sea leyendo o respondiendo actividades, gana puntos y estos le permiten customizar su avatar: pueden agregarle accesorios, por ejemplo, casco, vestuario, etc”, detalla Francisco Samain.

Este avatar que los estudiantes van decorando los representa a sí mismos y sirve para los procesos de evaluaciones que el software les realiza: tres veces al año se les toma un test para medir sus avances, uno de diagnóstico, una evaluación intermedia y una final. La dinámica de cada una de estas pruebas se basa en un juego donde el estudiante es el protagonista de su propia historia.

“La Humanidad se está extinguiendo; (el estudiante) se ve en la necesidad de buscar otro planeta para poder habitar y llega a Nuba, que es este planeta donde él es el protagonista; lo que queremos es que, cuando esté leyendo, esté inmerso en la lectura. Incluso entremedio aparece su nombre”, explican los creadores de Caracter Games sobre la premisa de los juegos.

Según ambos, las respuestas de los escolares frente al software han sido muy positivas. “Tenemos incluso registros de audio de estudiantes donde nos agradecen porque con Caracter Games se han motivado a leer y hacen mucho énfasis en Nuba, que les gusta porque ellos son los protagonistas de la historia”, comenta con orgullo Samain.

No solo para niños y niñas

Pero el software no solamente se limita a ser un aporte para los escolares. También busca facilitar la labor de los profesores y educadores. “A través de su perfil, el profesor puede acceder a toda la estadística, puede ver el comportamiento que está teniendo el estudiante en la plataforma. El software le emite alertas sobre qué estudiante va trabajando bien con la plataforma y qué estudiante está quedando un poco más atrás, para que coloque énfasis en trabajar aún más con él o ella”, enfatiza Francisco Samain.

Estas herramientas que el software les entrega a los profesores funcionan a través de una Inteligencia Artificial llamada Ludy Bot, que va conociendo el comportamiento de los estudiantes: qué textos están leyendo, qué tipos de lectura son sus preferidas, cuáles son sus resultados, en qué se encuentran más débiles, etc. A través del proceso de esos datos, la Inteligencia Artificial les podrá entregar recomendaciones personalizadas a los profesores, convirtiéndose en “su asesor pedagógico virtual, que le va haciendo recomendaciones mes a mes, asignándole misiones para que el estudiante que siga mejorando y alcanzando un mejor nivel de comprensión lectora”, destacan los emprendedores.

Actualmente, Caracter Games se encuentra presente en establecimientos educacionales de distintas partes del país, como la ciudad de origen del proyecto, Temuco; Talca, Valdivia y Antofagasta. Por el interés que los socios recibieron por parte de apoderados para adquirir el software tuvieron que trasladarse de un modelo de negocio B2B (de empresa a empresa) a uno B2C (de empresa a cliente).

La profesora de lenguaje Ericka Peña, que desempeña sus labores en un establecimiento donde se implementó el software, da cuenta de los exitosos resultados: “Ha sido muy atractivo trabajar con la plataforma, reconocer a los alumnos que se sienten más motivados en leer y detectar a quienes tienen deficiencias. Gracias a la tecnología se ha facilitado nuestro trabajo como educadoras”, afirma.

El principal target de Caracter Game han sido las escuelas públicas. “Para nosotros esto ha sido un reto”, reconocen Francisco Samain y Camilo Mora. “Es un desafío disminuir esa brecha enorme que hay entre la educación pública y la privada. Queremos democratizar la lectura, para que ojalá la mayor cantidad de estudiantes tengan acceso y puedan mejorar su comprensión lectora. Esperamos ser un aporte y sumar nuestro granito de arena para poder finalmente equiparar el nivel de educación acá en Chile”.

Emprendedores educativos

Antes de lanzar Caracter Games, Francisco Samain y Camilo Mora no habían tenido ningún contacto con el mundo de la educación. En 2014, los dos profesionales se asociaron en su propia empresa, En la Nube Lab, donde ofrecían servicios de desarrollo web y softwares a medida, pero por la gran cantidad de competencia que tenían terminaron tomando la determinación de dedicarse al software como servicio (SaaS); es decir, la administración de un programa previamente desarrollado que se ofrece en forma de licencia mensual o anual a las personas que lo requieran.

En 2017, gracias a un fondo de Corfo con el que se adjudicaron 25 millones, lograron el capital que necesitaban para comenzar a dar forma a Caracter Games. Así, contrataron a un profesor como asesor con respecto al ámbito educativo, y a un grupo de ilustradores y escritores para empezar con el diseño de la plataforma. Hoy, casi cinco años después, comienzan a ver los primeros frutos.

La interfaz de Caracter Games, muy colorida y que incluye ilustraciones e imágenes en 360°, inmediatamente deja ver lo didáctico que es el software. Con un stock de más de 500 textos, que están ordenados por nivel de dificultad, los estudiantes pueden leer dependiendo de sus propias capacidades desarrolladas previamente.

El ingeniero y el diseñador reconocen sentir una gran satisfacción por lo que están logrando con su proyecto. “Es gratificante conocer y saber que los estudiantes se están volviendo a encantar con la lectura, algo que se había perdido en este último tiempo”, expresa Francisco Samain.

A futuro, estos profesionales planean continuar con su objetivo de democratizar la lectura y expandirla hacia a otros países. Su próximo paso es tan ambicioso como motivante: traducir toda la plataforma al inglés, para poder sumergirse en el mercado anglosajón.

Niños que no leen: una secuela palpable de la pandemia

Niños que no leen: una secuela palpable de la pandemia

Roberto Gálvez y Matías Saavedra, La Tercera, Sábado 26 de marzo de 2022.

Las consecuencias de dos años de educación telemática ya se comienzan a visibilizar con el retorno presencial a los colegios. El fenómeno del retraso en el aprendizaje de la lectura, principalmente en segundo y tercero básico, se observa en diversas comunas y no reconoce sostenedores ni niveles socioeconómicos.

Muchos niños no están leyendo. Al menos no como deberían estar haciéndolo en segundo o tercero básico. Así, los primeros efectos lectivos de los encierros producto de la pandemia ya están a la vista. Y mucho más ahora que los escolares volvieron a clases y los apoderados -y por cierto profesores- han podido comprobar que no pocos alumnos están gravemente atrasados en esta materia.

“Yo hablé con una sicóloga y me dijo ‘te mueres la cantidad de niños que han llegado a mi consulta porque no quieren leer, es más de lo normal’. Ahí me quedé un poco más tranquila, por así decirlo, porque me di cuenta de que esto no solo le está pasando a mi hija. Lo hablamos con los profesores y dicen que se nota un retraso general”. El relato es de Francisca Silva, mamá de Dominga, que cursa segundo básico en un colegio particular de Las Condes.

La reflexión de esta apoderada no es antojadiza, toda vez que el fenómeno se repite transversalmente y, como pocas veces, no tiene mucho que ver con el origen del sostenedor del colegio ni con la comuna donde está establecido. El problema es palpable en diversos rincones de Chile, afectando a buena parte del estudiantado entre siete y nueve años.

Efectivamente, los alumnos de tercero no están leyendo como debiesen. Con dos años de pandemia son un muy buen primero básico, es decir, un curso que está en una lectura silábica”, señalan, por ejemplo, desde el municipio de Estación Central, donde agregan que según han podido intercambiar con otras comunas, esta es una realidad nacional. “Cada curso está desfasado al menos dos años: un octavo viene siendo un muy buen sexto, un primero medio, un muy buen séptimo, y así. Son las consecuencias de dos años de pandemia”.

Estación Central no es el único caso. Desde la Dirección de Educación de Santiago reseñan que aunque aún están en fase de diagnóstico, ya es posible concluir que existe un retraso en el proceso inicial de lectura “que se explica debido al contexto de la pandemia”.

En la vereda de otros sostenedores también se ha detectado aquella situación. Angélica Misa, directora del Colegio Villa Jesús de La Cisterna y directora de la Coordinadora de Colegios Particulares Subvencionados, cuenta que lo ha comentado con sus pares “y es una realidad general. Lo veo en mi colegio y también en colegios de otras comunas. Hay un déficit en la lectura en tercero básico, no saben escribir en manuscrita, solo en imprenta, no saben seguir instrucciones, te preguntan a cada rato qué hay que hacer en vez de leer. Se ha visto que tienen falta de vocabulario, se ha normalizado mucho el garabato”.

Y así intenta explicar las causas: “Hay que tener claro que los alumnos hace dos años venían a clases en kínder, tenían una distribución de la sala distinta, más letradas, con más dibujos, se sentaban de a cuatro. Ahora llegan a una sala diferente, no reconocen sus cuadernos, no saben guardar sus cosas, no identifican sus estuches, no tienen mucha autonomía”.

Algo similar ha observado Alejandra Cabrera, directora del Liceo Bicentenario Patricio Mekis de Padre Hurtado: “Se fueron a cuarentena en primero básico y ahora volvieron a tercero y el proceso lector está sumamente deficiente. A pesar de que se logró hacer clases telemáticas, la presencialidad hizo mucha falta”. Y añade: “Ahí se dieron cuenta los papás lo importante que es el profesor. La mamá puede reforzar, pero en este caso el peso de ayudarlos en el proceso lector fue netamente del hogar”.

Angélica Misa coincide: “La labor de los padres fue importante en la pandemia, porque los conectaban, pero tampoco ellos son profesores y no todos los papás tienen el mismo tiempo para ayudarlos en casa”.

Eso fue lo que le ocurrió a Magdalena Meza, mamá de Augusto, quien a sus siete años va a un colegio particular. “Lo que más dificultó fueron las pantallas, que enganchara, porque no sabía las letras… y que nosotros como papás fuéramos los profesores. Era súper frustrante para todos, porque no aprendían y uno no sabía enseñar. Nadie te enseña a enseñar, a convertirse en profe de la noche a la mañana”, cuenta, antes de exponer que la situación de la falta de lectura se abordó en su curso y que incluso “hubo reforzamiento para niños con dificultades en lectoescritura”. Hoy, con el esfuerzo conjunto de su marido, el colegio y su hijo, dice también que han visto progresos.

Problema país

Para Ricardo Evangelista, director ejecutivo de Fundación Sara Raier de Rassmuss, institución que tiene como propósito ayudar en la lectura de los niños y que trabaja con comunas como Padre Hurtado, Renca o Lampa y con el Servicio Local de Educación Pública Barrancas, esta es en realidad una problemática que se arrastra desde antes del Covid-19. “Este es un problema país no solucionado. En los últimos 15 años no ha mejorado la lectoescritura y todo esto se agudizó en pandemia”, apunta.

Gustavo Alessandri, presidente de la Asociación de Municipalidades de Chile (Amuch), asiente: “Esto lo hemos visto siempre, es un diagnóstico conocido, no solamente de los municipios, sino de todos los profesionales de la educación. Debido a la pandemia hay más retraso en el desarrollo educativo de los niños y hay casos que están recién aprendiendo a leer en tercero básico”.

Efectivamente, según datos del último Simce (2017), el 58% de los estudiantes chilenos de cuarto básico no comprende lo que lee y el 60% de los niños no lee ni escribe al terminar primero básico. Los expertos creen que todo apunta a que la pandemia empeorará aún más esas cifras.

“Todas las estrategias de aprendizaje a temprana edad tienen un foco en la ayuda de un adulto y a la falta de presencialidad, eso evidentemente disminuyó. Estamos con un atraso general a todo nivel”, dice Evangelista, que ha podido ver in situ el problema a través de sus trabajadores en terreno, quienes han observado que la complicación es mayor, toda vez que ven que dentro de una misma sala hay alumnos que saben leer y otros que no. “La teoría es que los niños que más se conectaron son los que más aprendieron”, dice.

Precisamente, a pesar de los esfuerzos que distintos sostenedores pudieron haber hecho para abrir las aulas tempranamente o apoyar con tecnología la virtualidad, los alumnos se enfrentaron, más o menos tiempo, a periodos de clases telemáticas. “Siempre supimos que el dejar de ir presencial iba a tener un costo tremendo, y aunque invertimos en internet y tablets, igualmente los alumnos llegaron descendidos, es inevitable, porque la enseñanza requiere de acompañamiento”, señala Carolina Leitao, alcaldesa de Peñalolén, uno de los municipios que siempre que se pudo tuvo las puertas de sus colegios abiertas. Y agrega: “Ahora vemos por qué los profesores son tan importantes”.

Las consecuencias a futuro

En esto no hay dobles miradas: saber leer y escribir es la base de todos los aprendizajes que vendrán. “Lo importante de aprender a leer no es solo el desarrollo cognitivo, sino que es un elemento fundamental para el resto de los aprendizajes, para el desarrollo del pensamiento, para la mejor comprensión. Un niño que no logra desarrollar adecuadamente el hábito de la lectura y la escritura en sus primeros años, tiene dificultades en años posteriores en sus aprendizajes en distintas materias”, reseña Ana Luz Durán, decana de Educación de la U. San Sebastián.

En esa línea, desde la Fundación Sara Raier de Rassmuss, su director ejecutivo reseña que hay tres pilares fundamentales en la formación de un menor: el desarrollo socioemocional, el desarrollo de la lectoescritura y el pensamiento matemático espacial. “Si esos fundamentos no están, la casa no se puede construir muy bien. Los problemas del futuro vienen de mucho antes, entonces, cuando por ejemplo quiera aprender de historia, me va a costar leer esa historia”.

Por eso, la decana Durán afirma que uno de los desafíos que tiene el país “es cerrar las brechas especialmente en lectura y escritura, que fue una de las competencias que no se desarrollaron durante la pandemia”. Alejandra Cabrera, directora del colegio de Padre Hurtado, añade que el retroceso todavía no está del todo dimensionado y cree que les va a “costar dos años por lo menos poder volver a nivelar el currículum que nos pide el Mineduc”.

Cómo abordarlo

Sostenedores y expertos parecen coincidir en que los problemas de lectura no se recuperarán necesariamente al primer año de vuelta a la presencialidad. Porque es grave, y porque además hay otros contenidos que rescatar.

Hay que tener paciencia. Lo que le pedimos al Mineduc es que aborde los planes con cada realidad de cada sostenedor, que vea qué ayudaría realmente a que esto funcione”, clama la alcaldesa de Peñalolén. Y, añade, las familias también deben ser incluidas. “Hay que comprometerlas con este proceso recuperativo”.

Eso también considera Misa: “Vamos a tener que empezar a trabajar con algunos niños de tercero básico y va a depender del compromiso de los padres de traerlos en un horario extra. Va a ser un trabajo en conjunto de familias con colegios y alumnos”.

Mientras, Alejandra Meneses, académica de la Facultad de Educación de la UC, señala que lo que está ocurriendo producto de la pandemia muestra que para convertirse en lectores independientes, “las y los niños requieren múltiples oportunidades para aprender distintos procesos involucrados en la lectura”. Uno de estos procesos es la decodificación, es decir, establecer las relaciones entre grafemas y fonemas. “En términos de enseñanza, este es un problema acotado, porque con una enseñanza sistemática de la relación grafema-fonema las y los estudiantes en un plazo no largo aprenden a decodificar”. Lo que es muy relevante, aclara, es no tematizar la lectura desde una narrativa del déficit.

Ricardo Evangelista opina que se debe ir más allá de la actual priorización curricular. “Lo que ocurre en las escuelas es una falta de priorización. Hay que ir viendo incluso sala por sala cómo abordarlo”. El Mineduc, en tanto, está a la espera de los resultados del Diagnóstico Integral de Aprendizajes y no entregaron una opinión al respecto.

ALGUNOS TIPS

  • Leer, leer y leer: Uno de los principales consejos para los padres y madres que entregan los expertos es la rutina. “Hay que leerles todos los días a los niños, y no tiene que ser una obra maestra. Al menos 10 minutos de lectura todos los días serviría mucho”, dice Ricardo Evangelista, de Sara Raier Rassmuss. Si los niños ya saben leer algo, hay que escucharlos haciéndolo.
  • En casa todo se puede: La misma fundación se basa en un programa de Alix Anson, pedagoga inglesa, quien recomienda usar una imagen que coincida con la forma de una letra, trabajar en la combinación de esas letras para formar sílabas, agregar palabras de uso frecuente y construir un banco de palabras que el niño conozca de vista y ayudarlo a disfrutar del proceso, usando, por ejemplo, plasticina.
  • Motivación: Alejandra Arratia, directora ejecutiva de Educación 2020, señala que lo más importante para desarrollar habilidades lectoras “tiene que ver con ayudar a los niños a desarrollar el gusto por la lectura”. Para eso, dice, que hay motivarlos y entusiasmarlos para vincular así el interés de los niños por la lectura. Esto, cree, además, se puede apoyar con innovación educativa.

Según una evaluación de la Fundación Sara Raier Rassmuss, solo el 43% de los niños leía fluidamente al finalizar segundo básico en 2021, mientras que 23% lo hacía en unidades cortas, 13% palabra a palabra, 17% silábico y 4% inicial.

Un volumen nunca antes visto: ¿cuál es el daño de los libros piratas a la cadena del libro?

Un volumen nunca antes visto: ¿cuál es el daño de los libros piratas a la cadena del libro?

Pablo Retamal N., Culto La Tercera, Viernes 25 de marzo de 2022.

El gigantesco decomiso de libros piratas desde una bodega de calle San Diego de parte de la PDI -preliminarmente unos 60 mil volúmenes- dejó ver a una verdadera industria del pirateo, a unos niveles desconocidos. El no pago de derechos de autor, del impuesto específico, y el hecho que se haya accedido al papel cuando está muy escaso son los mayores problemas que ha generado esta actividad ilícita.

“Cuando se termine de contar, te doy firmado que va a ser uno de los decomisos más grandes a nivel de Latinoamérica”, dice tajante a Culto Jorge Muñoz Rau, presidente de la Corporación del Libro y la lectura, aún calibrando el gigantesco decomiso de libros piratas que la PDI realizó la tarde del miércoles los pisos 4 y 8 de Nataniel Cox #107. Es que, preliminarmente, se habla de unos 60 mil ejemplares falsificados y estiman hay cerca de 400 y 500 millones de pesos involucrados.

“Eso es un conteo al ojo, en cantidad de estanterías. Vi las bodegas y un número eran 50 mil, pero ahora se está haciendo el conteo uno a uno”, añade Muñoz, por lo que la cantidad involucrada podría ser mucho mayor.

El hecho comprometió a un conocido librero de calle San Diego, Manuel Vásquez, quien además de tener una cadena de tres librerías (Megalibros), era uno de los socios y directores de la Cámara Chilena del Libro, a la cual renunció tras conocerse el hecho.

La entidad, que organiza la FILSA, en un comunicado hecho público ayer, señaló al respecto: “Presentó su renuncia como director y socio de la Cámara Chilena del Libro, manifestando que con esta decisión busca no perjudicar a la asociación gremial ante los hechos en los que se le ha involucrado, esperando esclarecer todo lo sucedido en el proceso judicial”.

Tan grande fue la cantidad que incluso, desde la Corporación tuvieron que darle una mano a la PDI para poder retirar todo ese material pirata de las bodegas. “Aportamos seis camiones, tres camionetas y estuvimos dos días ida y vuelta sacando todo”, señala Muñoz.

El tema del volumen no es menor, puesto que influye directamente en la industria, asegura Muñoz. “Rescatar de la cuneta 6, 8 libros, o 50 libros piratas de una librería de provincia no es mucho avanzar, pero encontrar la imprenta, encontrar la bodega de distribución, eso sí es un golpe a estas mafias del comercio ilícito”.

Los principales daños

¿Cuál es el daño que genera dicha cantidad a la industria? Lo principal, indica Muñoz, se encuentra en el tema de la defensa de los derechos de autor. Es quizás, el principal motivo que mueve a la Corporación a denunciar a estas mafias. “Es el justo pago a la creación, cada libro pirata que se vende es un ingreso menos para los autores. Y acá estamos hablando de un volumen impresionante”, indica.

Además, Muñoz cita el daño a nivel del no pago del impuesto al libro, en rigor, el IVA equivalente al valor neto del producto editorial, cuyo porcentaje en Chile es de un 19%. “Está el daño fiscal -agrega Muñoz-. Aquí no hay tributación del IVA Nosotros estamos oficiando al SII para que se haga parte del proceso”.

Daniela Correa, directora ejecutiva de la Corporación del Libro y la lectura, entidad que agrupa a los sellos más grandes como Penguin Random House, Planeta, Zig Zag, Catalonia y Santillana, y que organiza el FAS (Festival de autores de Santiago), señala: “Lo grave de todo esto es que la piratería está siendo una industria enorme y afecta a la cadena del libro, libreros, editores y autores, que ya está debilitada por la pandemia. Se pasan a llevar derechos de autor”.

“Esto es que alguien se está haciendo rico a costa del trabajo de mucha gente -añade Correa-. La piratería no es como un acceso a la ciudadanía, sino un delito. Deja de pagar impuesto a un Estado que más que nunca hoy lo necesita, no paga a los escritores, a los libreros. Es bien grave la escala a la que ha llegado. Si son más de 50 mil ejemplares y que los distribuían a todo el país”.

Francisca Jiménez, presidenta de Editores de Chile, la agrupación gremial que reúne a las principales editoriales independientes y universitarias y que organiza la Primavera del Libro, señala al teléfono con Culto: “Nos parece súper grave y terrible para el ecosistema del libro este tipo de prácticas. Es un delito y tiene que zanjarse de forma judicial”.

La crisis del papel

El daño es más cuantificable, indican los involucrados, si se piensa que desde los días más duros de la pandemia en las imprentas hay una fuerte escasez de papel bond ahuesado, que es el que habitualmente se usa para la impresión de libros. Lo cual ha derivado en retrasos en las salidas de ejemplares de nuevos ejemplares originales. Por lo tanto, que además en el decomiso se haya encontrado una imprenta, fotocopiadoras, guillotinas, resmas de papel y un número ingente de ejemplares piratas, es algo que llama profundamente la atención.

“Hay una compra de papel por parte de esta gente, en volúmenes que no son menores y podemos creer que no se han comprado con factura y ahí hay que hacer un análisis a la cadena de producción”, señala Jorge Muñoz.

“Efectivamente, el tema del papel está terrible -señala Francisca Jiménez-. A las editoriales les han subido los costos entre un 30% y 40% porque no hay. Y que se esté yendo para piratear libros es súper grave”.

Por su parte, Daniela Correa agrega: “Eso es súper impresionante, porque además se pillaron imprentas. Es muy raro porque hoy, las imprentas están con crisis de papel, y ellos tenían papel de sobra para hacer fotocopias e impresiones”.

Contactados para esta nota desde Culto, desde la Cámara Chilena del Libro optaron por no dar declaraciones y se remitieron al comunicado entregado durante el día de ayer: “Nuestra asociación gremial condena las acciones de piratería, falsificación y comercio ilegal que afectan gravemente a toda la cadena del libro, escritores, editores, impresores y personas que trabajan en el sector”.

Los malogrados días del Café Literario de Providencia

Los malogrados días del Café Literario de Providencia

El antiguo sitio de encuentros culturales del Parque Bustamante cumplirá dos años cerrado la próxima semana, y vecinos acusan que su abandono ha deteriorado el barrio. Pero la reapertura ya tiene fecha: el municipio planea licitar su reparación este mes.

Matías Saavedra, La Tercera Sábado, Sábado 19 de febrero de 2022.

Basta salir de la Estación Baquedano y adentrarse al Parque Bustamante para encontrar el edificio que hasta enero de 2020 albergó al Café Literario de Providencia. Y luce abandonado. Las puertas y ventanas están selladas, tiene rayados en toda su superficie y las áreas verdes que lo rodeaban están secas.

La próxima semana se cumplirán dos años de los ataques que, en el contexto del estallido social, obligaron a cerrar indefinidamente la infraestructura. El primero, en octubre de 2019, afectó parte de la estructura y el mobiliario, y fue contenido con ayuda de vecinos, que se agolparon a rescatar libros.

“Fue una idea generalizada de toda la comunidad, vimos que lo estaban quemando y empezamos a rescatar los libros para llevarlos a la parte de conserjería”, detalla Verónica Sabat (53), prima de la senadora Marcela Sabat (RN), quien reside justo frente al lugar. Y agrega: “Estábamos aburridos de toda la situación que vivimos en Plaza Italia, quisimos defender lo que es de todos, porque el café era de toda la comunidad”.

El otro siniestro ocurrió cuatro meses más tarde, en febrero de 2020, cuando se había anunciado la reapertura del establecimiento y mientras estaban en curso las reparaciones. Esa vez, según mostraron las cámaras de seguridad, cuatro desconocidos ingresaron a la propiedad, sustrajeron bienes e iniciaron un incendio que consumió todo el primer piso y la colección literaria de 10 mil ejemplares, completa.

“En marzo de 2020 pretendíamos volver a abrir este espacio, pero solo unos pocos días antes fue objeto de un ataque incendiario que generó graves daños en el mobiliario y equipamiento, lo que nos llevó a tener que postergar su apertura”, asegura la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei.

Desde el municipio explican que en los meses siguientes la pandemia impidió hacer mejoras, y que el año pasado comenzaron a hacerse estudios y cálculos para rehabilitar el Café Literario.

Pero los vecinos coinciden en que, en las actuales condiciones, el sitio, antes un concurrido espacio de cultura y recreación, ha modificado la sensación del barrio. “Me genera desesperanza, siento que esta zona del parque está súper abandonada. En la noche es peligroso acá, muy tierra de nadie”, comenta Marcela Soto Ferrada (35), quien vive a seis cuadras del sitio.

El frontis de la estructura hoy es utilizado por personas en situación de calle que llegan a pernoctar. También reside allí una mujer, que instaló un colchón y ropa de abrigo para demarcar su espacio.

“Este lugar era precioso, muy útil y las personas le sacaban el jugo. Podías estudiar, trabajar, practicar algún idioma y también había intercambio de poesía. Eran muchas cosas que beneficiaban culturalmente a las personas”, relata Laura Meneses (30), quien hace cuatro años vive en el barrio.

El nuevo proyecto

Hoy ya existe un proyecto de rehabilitación sobre la mesa para traer de vuelta al Café Literario y, de cumplirse el cronograma del municipio, en el segundo semestre de 2023 el sitio podría estar operativo.

Patricia Caballero, directora de la Secretaría Comunal de Planificación (Secpla) de Providencia, explica que para ello se contrató “a una constructora que evaluó el estado del recinto y, posteriormente, nos hizo el proyecto. Ellos, como primera base del estudio, determinaron que no había daño estructural y que se podía recuperar y rehabilitar”.

Y durante el segundo semestre del año pasado se trabajó en el diseño, que recupera la construcción original -que data de 2008- y moderniza algunas áreas, que incluyen un cielo lineal enchapado en madera. Asimismo, se harán cambios en la iluminación para mejorar la visión nocturna, y se incorporarán medidas de seguridad, como una capa de acero que reforzará la estructura, barreras físicas entre el edificio y el perímetro, un circuito de cámaras de vigilancia y alarmas de intrusión.

Ahora, la propuesta está a solo días de iniciar la fase de licitación: “Se subirá a fines de febrero al portal del sistema público de licitación y estará allí más o menos un mes, porque es una obra de mil millones de pesos. Luego viene la postulación, el contrato y entregamos el terreno para iniciar obras en el segundo semestre del 2022″, afirma Caballero.

Para la alcaldesa Matthei, este hecho permitirá que el café “vuelva a recuperar su esencia, que es ser un punto de encuentro de la cultura, la literatura, las artes y la vida en comunidad para miles de vecinos de Providencia y de la Región Metropolitana”.