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Cómo acortar las brechas colaborativamente para incentivar la lectura de niños y niñas

“Por un Chile que lee”

Cómo acortar las brechas colaborativamente para incentivar la lectura de niños y niñas

Según la psicóloga Carolina Andueza, promover el hábito de leer desde la educación inicial favorece sustancialmente el desarrollo. Por eso, la red que encabeza busca que públicos y privados se unan en torno a este propósito.

La Segunda, Martes 5 de septiembre de 2023.

Colaboración es un concepto clave para la red “Por un Chile que Lee”, iniciativa busca aportar propuestas para enfrentar las brechas de aprendizajes en lectura de los estudiantes y en la que participan más de un centenar de instituciones, entre ellas, universidades y organizaciones sin fines de lucro como la Fundación CMPC.

Estas organizaciones se reunieron en el IV “Encuentro de la Red Por un Chile que Lee”, donde se analizó el objetivo que muchos comparten: acortar las brechas de aprendizaje y reactivar las habilidades de lectura en las niñas, niños y jóvenes. En este sentido, la presidenta del Comité Ejecutivo de la red “Por un Chile que Lee”, Carolina Andueza, hizo hincapié en el rol que cumple la lectura en el desarrollo de niños y niñas. Junto con ello, puso énfasis en la importancia de crear el hábito de leer e incentivar espacios de comprensión para los más pequeños, algo en lo que la red ha estado trabajando arduamente.

En efecto, entre las iniciativas que trabaja la red están la creación de un manual de enseñanza de lectura para escuelas de pedagogías y la elaboración de instrumentos que midan la fluidez lectora, con la intención de pilotearlo con estudiantes. Además, la iniciativa lideró la campaña masiva “1000 fotos, 1000 lecturas para compartir”.

“Lo que nos proponemos es articular e impulsar iniciaitvas público y privadas, para promover que niños, niñas y adolescentes, lean, comprendan, disfruten y gocen a través de la lectura”, comentó la también directora directora de la Fundación CMPC

Durante ocho intensos meses, la alianza —que cuenta con el respaldo del Ministerio de Educación— ha ido sumando organizaciones que creen en el poder de la colaboración, un trabajo conjunto que, por supuesto, ha dado frutos. Así, por ejemplo, existen mesas de trabajo que sesionan semanalmente e incluso, algunas ya trabajan en la generación de instrumentos que permitan la medición y evaluación de distintos aspectos de la lectura en estudiantes en etapas tempranas.

“Existe un trabajo colaborativo a través de seminarios y de encuentros nacionales, en los que compartimos aprendizajes, en los que incidimos y promovemos recomendaciones”, detalló.

En este contexto, Constanza Severín, coordinadora del área de Educación de la Fundación Olivo, que también es parte de la mesa de Financiamiento y Alianzas de “Por un Chile que Lee”, destacó que “esta red ha sido de una convocatoria muy amplia, muy democrática. Se han ido conformando mesas según temas y objetivos de cada una de las organizaciones y eso ha significado la creación de nuevas mesas. Eso provoca que haya muchas motivaciones, porque se convocan muchas instituciones de distintos ámbitos y el objetivo central está muy claro. Por eso se sostiene en el tiempo”.

Políticas públicas

De esta forma, más de un centenar de organizaciones se vinculan a través de diversos canales de comunicacion, encuentros y mesas de trabajo. Todo bajo las directrices que sugiere un comité ejecutivo y un grupo motor que propone los objetivos de largo plazo que Carolina Andueza resume en una frase: “Hacernos cargo como país”.

Según la presidenta del Comité Ejecutivo de la red “Por un Chile que lee”, hay distintas políticas públicas y temas que se pueden promover desde el Ministerio de las Culturas y desde los municipios.

“Lo importante es cómo todos juntos nos movilizamos, en el espacio que está cada uno”, afirmó.

Finalmente, Carolina Andueza adelantó que la red está trabajando en su formalización y en la búsqueda de financiamiento para seguir promoviendo iniciativas que contribuyan a la formación de las nuevas generaciones. En este ámbito, una de las que considera cruciales es el diagnóstico del nivel de lectura de cada niño y niña del país. “Ya estamos levantando una línea representativa de la Región Metropolitana, en segundo básico”, sostuvo.

Resulta fundamental la crear el hábito de leer e incentivar espacios de comprensión desde los primeros años de la infancia.

Los secretos de Buscalibre, la chilena top 5 del mundo en venta de libros en castellano

Más de un millón de personas compró en el sitio de internet en 2022:

Los secretos de Buscalibre, la chilena top 5 del mundo en venta de libros en castellano

Creada por tres ingenieros, opera en siete países, y tuvo un paso por el “valle de la muerte”.

Por Ximena Pérez Vilamil, La Segunda, Viernes 20 de enero de 2023.

Alan Strauss, gerente de finanzas, 40, ingeniero civil UC.

Eduardo Stekel, gerente de nuevos negocios, 40, ingeniero civil U. de Chile.

Boris Kraizel, gerente general, 40, ingeniero civil UC.

Nació con otro nombre. El popular sitio para comprar libros por internet se llamaba Buscolibro.cl. Como el dominio Buscalibro.com no estaba disponible y los planes eran crecer a otros países, pasó a ser Buscalibre.com.

Sus socios son los ingenieros chilenos Eduardo Stekel, autor de la idea; Boris Kraizel, gerente general, y Alan Strauss, de finanzas. Fueron compañeros en el Colegio Hebreo, dos siguieron siéndolo en la Universidad Católica y el otro estudió en la U. de Chile.

Opera en siete países -Chile, Argentina, Perú, Colombia, México, España y Estados Unidos- y el año pasado más de un millón de personas compró uno o más libros en esta tienda digital.

Tiene títulos a veces difíciles de encontrar en librerías, ofrece descuentos y los libros destacados en la portada del sitio los elige la propia Buscalibre, por lo que no hay pago de por medio.

“Soy normal, el año pasado leí cuatro libros. Me gustaron mucho las biografías de Steve Jobs y Albert Einstein de Walter Isaacson. Ahora que estoy en Vichuquén, me traje Factfulness”, cuenta Boris Kraizel, el gerente general que teletrabaja, al igual que el resto del equipo, desde antes de la pandemia.

-¿Son una startup o con 10 años y siete países están en otra categoría?

-Nos definimos como una empresa tecnológica. Tenemos experiencia, 250 empleados contratados en siete países, pero funcionamos como una startup. Tomamos decisiones rápidas, cada uno se viste como quiere y escuchamos las ideas de todos. Es súper horizontal.

“Dejamos hartas embarradas”

En 2010, Kraizel llegó como gerente comercial a Buscalibre, cuando ya tenía dos años. Había comenzado como un sitio de intercambio de libros, creado por Eduardo Stekel, que se financiaba conpublicidad, pero al ver que les iba tan bien a los vendedores, optó por convertirlo en una tienda digital parecida a la actual, aunque mucho más chica.

Como tantas empresas tecnológicas, pasó por el llamado “valle de la muerte”. “Levantamos US$3 millones con el fondo Aurus. Y dejamos hartas embarradas, porque empezamos a vender de todo: televisores, refrigeradores, jugueras y libros. Pensamos que el libro físico iba a ser desplazado por el digital, y creíamos tener una empresa de tecnología y logística, pero carecíamos de una oferta de valor mejor que la de Falabella”, cuenta Kraizel.

Entonces, aterrizó Alan Strauss en 2014 como gerente de finanzas para ordenar las cosas. Los tres se hicieron socios.

Aún así, todos los meses tenían que poner plata de su bolsillo para tapar el hoyo de las pérdidas, porque se habían gastado todo el capital.

Recién en 2018 llegaron al equilibrio y desde entonces anotan utilidades. Nunca más pidieron financiamiento.

Cinco millones de libros

-Una librería grande en Chile tiene 40 mil títulos. ¿Cuántos tiene Buscalibre?

-Tenemos cinco millones. Una parte en la bodega y otra es la de los proveedores -distribuidores que entregan a las librerías, las editoriales y particulares- que nos informan los títulos que tienen y son parte de nuestro inventario.

En cada país poseen una bodega. La de Chile es la más grande: caben 450 mil libros.

-¿Qué lugar ocupa Buscalibre en títulos en español, considerando la cantidad de libros que disponen para vender?

-Estamos en el top 3, compitiendo con Amazon.es y la Casa del Libro, una gran cadena de librerías española. Y top 5 en venta de libros en castellano.

Sin mediar pregunta dice “nos encanta lo que hacemos, qué rico es ser tan grandes y vender un lindo bien”.

En Chile, venden siete mil libros diarios y en los siete países, 12 mil. “El 50% de los libros que vendo en un país proviene de otro país. Todos los días consolidamos cargas de libros y los mandamos por avión a destino”.

-Reciben libros a consignación de las editoriales. ¿Pagan una parte y los devuelven sin costo si no los venden?

-En cada bodega tenemos títulos de editoriales locales en consignación. Hay algunas a las que les pagamos por todos los libros, pero tenemos derecho a devolución. Otras nos entregan en consignación y no pagamos nada. Y están las que son una mezcla. Depende de la editorial y no tiene que ver con su tamaño.

La empresa está conectada a la mayor cantidad de editoriales en castellano del mundo. “Cuando una ingresa a la red de Buscalibre, entra a todos los países donde estamos. Eso hace que tengamos un número de títulos tan grande”.

También trabajan con distribuidoras especializadas en guardar libros antiguos, por lo que a veces un usuario puede encontrar un título impreso hace años en esta tienda digital.

No son infalibles. Pidieron mil unidades de “En la sombra”, el best seller del príncipe Harry, y se les agotaron en 24 horas. “Fue corto el tiraje de la editorial (Random House) para Chile”.

En Concepción, La Serena, Viña, Valparaíso y Santiago poseen despachadores exclusivos, aunque no contratados, que hacen la llamada última milla hasta el domicilio del comprador. Y a los destinos más lejanos, despachan por avión.

El gran empuje de la pandemia

-¿Qué los catapultó?

-Veníamos bien power, pero obviamente la pandemia empujó los negocios digitales y nos pilló bien parados.

-¿El mejor año fue 2020?

-No. En 2021 nos fue mejor, vendimos US$60 millones y en 2022 casi US$70 millones. Nos bajaron las ventas en Chile y Colombia con la vuelta a la presencialidad. Pero en México, Perú, Argentina y España, donde no éramos tan grandes, crecimos dos dígitos, casi duplicamos las ventas. Es la ventaja de depender de siete países.

-Uno de los reparos o críticas a ustedes es que tienen libros de editoriales grandes, no de independientes.

-Eso no es verdad. Las editoriales independientes se pueden inscribir en Buscalibre, llenar un formulario, subir sus libros y fijar los precios. Una parte queda para ellas, otra para nosotros. Cuánto más libros se vendan, mejor.

-¿Son una competencia normal, dura o despiadada de las librerías?

-Normal. A la gente le gusta ir, hojear, hablar con el librero. Es una experiencia que no va a cambiar.

Opinión: «Aprender a leer en pandemia»

Ricardo Evangelista, Fundación Sara Raier de Rassmus

Columna de opinión publicada en el diario La Segunda el martes 9 de febrero de 2021.

El escenario educativo del año 2020 fue muy difícil. Según cifras oficiales, en un año normal en Chile, el 60% de los estudiantes de 1º básico termina el año escolar sin saber leer y escribir. Son cerca de 160 mil niños y niñas que no logran los aprendizajes adecuados, brecha que no disminuye lo suficiente al llegar a 4º básico.

Asimismo, un estudio del Mineduc y el Banco Mundial arrojó que, tras la pandemia en Chile, un 88% de los estudiantes podrían perder los aprendizajes de este año, ampliando las cifras a un 95% aquellos de más escasos recursos y un 64% los de mayores recursos. La falta de clases, por su parte, significaría 1,3 años de retroceso.

El Programa Alfadeca, de la Fundación Sara Raier de Rassmuss, que se dicta en 42 salas de colegios vulnerables de las regiones Metropolitana, de Valparaíso y de la Araucanía, tuvo una transformación trascendental para adaptarse a las nuevas herramientas educativas implementadas el año pasado en materia de educación.

Para conseguir exitoso en materia de lectoescritura en 2020, se trabajó gran parte del tiempo en establecer rutinas virtuales, apoyando a los docentes para cultivar vínculos con las familia, acciones que permitieron una conexión efectiva con muchos estudiantes lo que, de a poco y a un ritmo más lento de un año normal, permitieron cumplir los objetivos priorizados. A pesar de la falta de clases presenciales, se pudo continuar con los aprendizajes: el 48% de las niñas y niños logró leer de forma adecuada.

En escritura, el 62% de los estudiantes terminó el 1° básico siendo capaz de escribir oraciones al dictado, lo cual se traduce en un porcentaje alto dadas las difíciles características de este año con aprendizaje a distancia y muchos niños que no asistieron regularmente a clases (aprox. 17%).

También se trabajó fuertemente en el nivel de 2º básico y, en el ámbito de lectura, el 66% de los estudiantes terminó con niveles adecuados; donde se midió la calidad y comprensión lectora y en escritura, el 59% logró un nivel adecuado, integrando los cimientos de las estrategias de redacción.

Estos resultados demuestran que, a pesar de la pandemia, es posible lograr resultados exitosos en escuelas en contextos vulnerables y con dificultades de acceso a conexión. El 2020 no fue un año perdido, sino que un año lleno de aprendizajes.

Opinión: «Política del Libro»

Carta publicada en el Diario La Segunda el lunes 4 de enero de 2021.

Política del Libro

Señor Director:

Desconocemos las razones que llevaron al señor Gonzalo Oyarzún, exconsejero del Fondo del Libro, a hacer afirmaciones tan equivocadas en su columna del miércoles pasado, pero agradecemos la oportunidad que nos ofrece para para dar cuenta del estado actual tanto de la Política Nacional de la Lectura y el Libro como del Plan Nacional de la Lectura, prioridades para el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

Siguiendo el cronograma de trabajo aprobado por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura (ente representativo de la sociedad civil, que toma decisiones vinculantes sobre los fondos y políticas del ministerio), en los próximos días iniciaremos el proceso de construcción de la Política Nacional del Libro y la Lectura 2021-2026, que durará hasta diciembre del año entrante.

Nos extraña el anuncio del señor Oyarzún, en cuanto este año que termina hemos estado abocados a una exhaustiva evaluación de la Política 2015-2020, de la cual ha sido parte. Los resultados de la evaluación, que se harán públicos en abril de 2021, serán un insumo fundamental para el proceso de construcción que pronto comenzamos.

Por su parte, en estos cinco años, el Plan Nacional de la Lectura ha permitido implementar 16 planes regionales de la lectura, que garantizan su continuidad, reforzando el valor que las instituciones coordinadoras, la sociedad civil y la comunidad le atribuyen a la lectura en el país. Atendiendo al cronograma, la vigencia de estos planes regionales se extiende hasta 2024, por lo que siguen su implementación en paralelo a la construcción de la nueva Política y actualización del Plan.

Para tranquilidad de todo el ecosistema del libro y la lectura chileno, podemos informar con total certeza que sí habrá Política Nacional de la Lectura y el Libro 2021-2026, y están todas y todos invitados a participar de su proceso de construcción.

Pedro Maino Swinburn

Secretario ejecutivo del Consejo Nacional del Libro y la Lectura

En medio de crisis que afecta al sector: Familia Aldea reordena la Feria Chilena del Libro y la divide en tres

Por Luis Mendoza, Road Show, La Segunda, Martes 10 de Noviembre de 2020.

Una serie de cambios está adoptando las cadenas de librerías en Chile luego de que el estallido social y la pandemia obligaran al sector a cerrar sus cortinas por meses y a asumir fuertes pérdidas. La primera en tomar medidas fue Librerías Antártica, que refinanció pasivos y despidió a 49 de sus 320 colaboradores, según narró a La Segunda en agosto su dueño, Carlos Aguirre.

Ahora es el turno de la Feria Chilena del Libro, controlada por los hermanos Juan y Alberto Aldea Pérez y, Juan Aldea Vallejos, su fundador.

A fines del mes pasado, los tres socios decidieron reorganizar la compañía fundada en 1952 y dividirla en tres, de manera de afrontar a través de distintas sociedades los negocios en los que se desenvuelven.

Así surgió Feria Chilena del Libro Ltda., que será la continuadora legal del actual negocio de venta presencial de libros. Además, nació Feria Chilena del Libro Online Ltda, e Inmobiliaria Feria Center Ltda., según publicaron ayer en el Diario Oficial.

Según su página web, la compañía hoy controla 12 tiendas en todo Chile y además posee un centro de distribución en el barrio Enea en Pudahuel.

Al cierre de esta edición no fue posible contactar a Juan Aldea, socio y gerente de la compañía. Sin embargo, según la publicación legal, de las tres nuevas sociedades, la de mayor importancia será Inmobiliaria Feria Center, que tendrá como propósito la compra, arriendo y administración de bienes raíces, participación en sociedades y la actividad de construcción.

En tanto, Feria Chilena del Libro Online se dedicará al comercio electrónico y la participación como agente de empresas dedicadas al comercio virtual.