Miércoles 6 de diciembre de 2017, María Eugenia Durán, País, La Hora.
Según estudio PIRLS que mide comprensión lectora, Chile logró sus mejores resultados en una prueba de este tipo en décadas, quedando muy cerca del promedio internacional.
Un moderado optimismo mostraron ayer las autoridades de la Agencia de Calidad de la Educación al dar a conocer los resultados del Estudio Internacional de Lectura PIRLS, donde Chile obtuvo -por primera vez en décadas participando en estas pruebas- resultados cercanos al promedio internacional.
Sin embargo, los expertos destacan que no se puede estar satisfecho porque aún el 40% de los alumnos de cuarto básico simplemente no entiende lo que lee.
Esta es una de las cifras entregadas por el estudio en que nuestro país participa por primera vez y que se aplicó en 2015 en 50 países y nueve ciudades, donde Chile y la región del Gran Buenos Aires son los únicos latinoamericanos.
En esta primera medición Chile obtuvo 494 puntos, a sólo 6 puntos del promedio de la escala de la prueba (500 puntos) y cerca del promedio de los países participantes (511 puntos), ubicándose al nivel de naciones como Bélgica o Georgia.
“Son cifras que debemos mirar en detalle”, dijo el secretario ejecutivo de la Agencia de la Calidad de la Educación, Carlos Henríquez, quien destacó que hay un pequeño avance y eso es “indicio de buenas noticias”.
Resaltó que el 60% de los estudiantes medidos lograron resultados satisfactorios y que, entre ellos, uno de cada cuatro (25%) logra aprendizajes superiores en el proceso de lectura. “Y lo más importante es que son estudiantes de todos los grupos socioeconómicos y no sólo de los más altos”, apuntó.
Brecha
Pero Henríquez admite que el país aún tiene un largo camino por recorrer, porque 4 de cada 10 alumnos de cuarto básico (9 a 10 años) no alcanzan las competencias básicas en el proceso de lectura. “Esto nos demuestra que tenemos cifras de niños que no logran este proceso lector en todos los grupos socioeconómicos, aunque, obviamente, donde más se requiere trabajo es en el más bajo”, apuntó el director ejecutivo.
Para Nicole Cisternas, directora de Política Educativa de Educación 2020, esta cifra no es menor. “No nos parecen resultados tan positivos. En primer lugar porque la muestra de países que participan en el estudio PIRLS es mucho más grande que en otras mediciones como PISA, donde hay más países similares a Chile. En PIRLS participan más países con dificultades educativas”, señaló.
Consideró estos resultados “igualmente malos a los que hemos obtenido en otros estudios internacionales, sobre todo por el alto nivel de estudiantes que tiene nivel bajo (28%) o peor (13%)”.
Y, según Cisternas, “lo que se interpreta de estos datos es que los problemas en comprensión lectora son transversales en el sistema y que la brecha entre niños de nivel socioeconómico alto y bajo, aunque es menor que la media de la prueba, aún es alta (95 puntos)”.
Igualmente crítica es Macarena Silva, investigadora asociada del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile, a quien le preocupa que la brecha sea bastante grande. “La lectura es un caso particular porque, además de las habilidades involucradas tenemos un problema grave de motivación (…) Y en los niveles socioeconómicos más altos los niños pueden tener un entorno que puede ser un poquito más estimulante en este sentido”, apunta.
Por eso considera vital el trabajo en los colegios y aquí también hace una crítica a la forma en que en nuestro país se enseña a leer. “En Chile se enfoca el aprender, de primero a cuarto, en la decodificación, es decir, en la técnica, en juntar las letras, y esto no tendría ningún problema si se hiciera a par de la comprensión”.
Para Silva la comprensión lectora es una “habilidad para la vida”, no sólo para el éxito escolar sino también para el desarrollo social, asegurando ciudadanos más críticos y más activos. “Si no desarrollas la lectura crítica estás parado en desigualdad frente a otros”, enfatiza.
Responsabilidad compartida
Para Nicole Cisternas, de Educación 2020, en esto hay un problema de sistema educativo “porque los niños están partiendo con dificultades, se agravan a medida que avanzan y egresan con profundas dificultades”. Pero también cree que hay un problema “a nivel societal”.
Según el estudio PIRLS, en Chile los padres demuestran menos afinidad hacia la lectura que el promedio internacional. Sólo 1 de cada 5 padres (21%) reporta que le gusta mucho la lectura, mientras que el promedio de los países participantes alcanzó 1 de cada 3.
“Hay una responsabilidad del sistema educativo, pero no podemos responsabilizar siempre de todo a la escuela”, dice Cisternas, quien añade que hoy en día nuestra deuda es la calidad de la educación y para saldarla hay que hacer una “revolución en la sala de clases”.
Y en opinión de Macarena Silva, la deuda en la comprensión lectora de nuestros niños, además del sistema educativo, es de los padres. “Hay que trabajar la comprensión desde siempre, desde la casa, hablando con ellos y estimulándolos a pensar”, explica.
«Lo que se interpreta de estos datos que los problemas son transversales» Nicole Cisterna, de Educación 2020.
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